Este finde nuestros alevines tuvieron una experiencia de las que se quedan en la memoria. La concentración se celebraba en Murcia, era aplazada, y entre cambios de fechas el equipo rival no se presentó al encuentro, por lo que nuestro Villaolivo se encontraban solos en la pista y con ganas de jugar, así que decidieron invitar a sus familiares a echar un partido amistoso. Los árbitros también estaban allí, así que se sumaron a la iniciativa junto al entrenador de Real Murcia (organizador de la concentración), aprovechando para pitar algunas acciones que sirvieron de labor pedagógica para unos padres, madres y hermanos entregados a la causa. La mañana acabó siendo divertida, y es que el ante el viento que soplaba teníamos dos opciones: construir muros o construir molinos, por lo que nuestros pequeños optaron por la última opción para aprovechar su mañana de baloncesto en una anécdota que seguro recordarán de unos años.