Mal partidos de nuestros panaderos que, tras jugar un primer cuarto igualado en el que las defensas se imponían a los ataques, tiraron el partido en un horroroso segundo cuarto, en el que además de quedarse en tan sólo 9 puntos, encajaron 33, otorgando una ventaja a los visitantes que se suponía inalcanzable.
La tónica del tercer periodo fue la misma, la muy mala selección de tiro de los nuestros daba lugar a que los visitantes siguieran ampliando su ventaja.
Solamente en el último cuarto los alhameños fueron capaces de imponer su juego, con un juego mucho más alegre y vistoso que sirvió para recortar un poco las diferencias.
Un halo de esperanza del camino que debe seguir el equipo, divertirse jugando.