En la mañana del sábado se desplazaban los Villaolivo a la capital murciana para afrontar un partido complicado. Iniciamos el encuentro con numerosos despistes defensivos, lo que permitía que el equipo rival anotara con facilidad sin oposición. Por otro lado, los alhameños no se encontraban cómodos en sus acciones de ataque, llegando al descanso con un marcador de 31-4.
Iniciada la segunda parte, el acierto en ataque se empezó a notar. Los Villaolivo comenzaron a repartir juego en equipo, creando ventajas y con finalizaciones sencillas.
Pese a la mejora tras vestuario, el encuentro finaliza a favor del equipo murciano con un 62-26. Marcador muy distante, pero con buenas sensaciones por el cambio de actitud en la mitad del partido y la de muchos jugadores que han sorprendido gratamente.