Partido incómodo el disputado el domingo por la tarde, donde el Villaolivo no tuvo opciones ante un asfixiante Begastri.
Los aceituneros recibían la visita de Begastri, a priori un partido igualado, pero esto no fue así. Los del noroeste comenzaban el partido con una férrea presión que les permitía conseguir un parcial de 0-8, obligando al entrenador alhameño a pedir un tiempo muerto para tratar de buscar una salida a la subida del balón. Aunque los de Villaolivo eran capaces de llegar al campo rival, caían en continuas precipitaciones derivadas de la ansiedad provocada por la fuerte presión. No obstante, ésta no fue la única estrategia táctica planteada por el equipo visitante, pues también estuvieron colocados en zona 2-3, hasta los últimos minutos de partido.

Tras el paso por el vestuario, los locales llevaban un parcial encajado de 30 puntos, por lo que era hora de tratar de recomponerse y seguir aprendiendo, poniendo en práctica la salida de balón hábilmente y las jugadas ante zona, sobrecargando el lado fuerte para obtener una mayor ventaja en el lado débil. Durante la segunda parte del encuentro el tanteo fue igualado, pero la diferencia era insalvable para los de Villaolivo, a pesar de que estos no bajaran los brazos en ningún momento.
La semana próxima los cadetes vuelven a jugar en casa, recibiendo la visita de un Mula colocado justamente por encima en la clasificación, lo que será el complemento perfecto a un fin de semana de celebración, donde todos los aficionados al baloncesto podrán disfrutar de la presentación del club el sábado a las 18:00, os esperamos.