El segundo de los encuentros que podíamos ver en el Pabellón Adolfo Suárez enfrentaría a nuestros panaderos contra el equipo junior de Las Torres. El encuentro comenzó muy emocionante, con un cuadro local muy peleón y con ganas de salir a por el partido. Rigurosos en defensa y serios en ataque, el equipo visitante se estaba viendo con dificultades para lograr canastas. Al menos así lo reflejaba el electrónico cuando, concluidos los 10 minutos del primer cuarto, se reflejaba un claro 19-4 a favor de nuestros reposteros favoritos. El segundo cuarto dejó estelas de vaguedad defensiva en ambos conjuntos, como si fuera el ataque lo que debiera primar en la cancha. Fueron muchos los tiros y no tantos los que fueron finalmente puntos en este loco segundo periodo que terminaba con el equipo corremayo por delante en el marcador. El resultado al descanso fue de 38-15. A la vuelta de los vestuarios volvió la intensidad a pista y con ella el buen juego alhameño, al menos durante los 6 minutos hasta que nuestros reposteros comenzaran a dormirse en las ayudas y en el rebote. Las Torres intentaba acelerar el juego, pues se veían atrás en el marcador y querían acercarse. Tiros precipitados, entradas bajo tensión y brazos ligeros en defensa fueron errores que el cuadro panadero supo aprovechar, aunque no por ello estuvieron exentos de cometerlos igualmente, pues pudimos ver muchos tiros precipitados y errores defensivos al término del cuarto, cuando en cansancio más acusó. El cuarto terminaba con el electrónico en 51-34. Los últimos minutos del partido fueron muy parecidos a lo vivido al final del segundo cuarto. Con la relajación intrínseca adherida al que se ve victorioso, nuestros jugadores aflojaron en defensa y en ataque, y se impuso un ritmo más dirigido por el cansancio que por los nervios. Al final, este partido de altibajos nos dejaba un satisfactorio 65-44 en el luminoso, mejorando así el resultado de la ida.