Se antojaba una cita importante para el Lyper que llegaba con ganas de dar guerra tras las buenas sensaciones de los últimos encuentros.
El partido comenzó con un bajo acierto tanto en ataque como en defensa para ambos equipos, pero los nuestros estaban por debajo del ritmo de juego del rival, que comenzaba a llegar al aro con mucha facilidad en el contraataque.
Las diferencias no eran muy amplias pero no se reducían, durante muchos momentos los alhameños eran sólidos tanto en ataque como en defensa, pero en los minutos finales del primer tiempo los locales plantaron una zona que desestabilizó al Lyper. Nos marchamos al descanso con un +7 para los locales.
Parecía que la cosa iba a cambiar en el tercer cuarto pero la concentración no estaba presente y el Lyper aguantaba como podía los contraataques molinenses. Los nuestros intentaban imponer su juego de ataque pero hoy parecia faltar la precisión y rapidez a la hora de dar el último pase. El partido era controlado por el Molina basket que se marchaba con un ventaja cercana a los 20 puntos.
Pero cuando todo parecía estar acabado hubo un cambio de mentalidad de todos los jugadores que se automotivaron y sacaron ese alma de equipo que faltó en los tres cuartos anteriores. Subieron el nivel defensivo con defensas a toda la pista y con constantes ayudas en defensa, era un muro. En ataque estaban siendo más agresivos sacando numerosas faltas a los rivales y sin olvidarse de la tarea defensiva que había después. El partidos se acabó decidiendo en los instantes finales con el LYPER obligado a hacer falta para tener alguna posibilidad. Todo acabó con la victoria local por la mínima, que en general hasta el último cuarto hizo un partido más regular.
Se acaba la primera vuelta pero las sensaciones son buenas de cara a la segunda, en la que el hambre de victoria será máxima.