Parciales 10-18, 21-12, 9-10 y 11-10.
Ajustada derrota de nuestro primer equipo en un partido muy duro e intenso, entre dos conjuntos que basan su juego en la defensa, hecho que quedó plasmado en el marcador.
Empezaba el encuentro muy igualado, con ambos conjuntos declarando intenciones. La defensa iba a ser dura, así que cada canasta costaba un mundo. Llegando al minuto 5 empatados a 7. Pero las primeras rotaciones daban ventaja a los nuestros, que con un parcial de 3-11, conseguían abrir brecha en el marcador. 10-18 al final del primer cuarto.
El segundo cuarto empezó igual que acabo el primero, con los pololos defendiendo y corriendo, lo que les dio la máxima ventaja del partido, 10-22 minuto 12.
Pero los alhameños cometieron el error de creer que sería un encuentro tan fácil como el de la primera jornada, lo que les llevó a relajarse.
Relajación que resultó funesta, ya que recibieron un parcial de 21-8, generado principalmente gracias al bonus de faltas del que gozaron los locales durante más de 5 minutos y que caló en el ánimo visitante.
Así se llegó al descanso con un 31-30 que dejaba todo abierto de cara a la segunda mitad.
En el descanso ambos equipos hicieron ajustes, con lo que conseguir canasta se convirtió en una tarea aún más complicada si cabe. Así que el juego fue más vistoso por la intensidad y el esfuerzo que pusieron los jugadores de ambos conjuntos, que por las canastas conseguidas.
Un parcial de 9-10 dejaba todo por decidir en los últimos 10 minutos.
El último cuarto fue un toma y daca, en el que se intercambiaban canastas y buenas defensas por parte de ambos equipos.
Pero un parcial de 0-5 daba ventaja a los nuestros, que a falta de 3 minutos se veían con esos 5 puntos de ventaja y el partido a su meced.
Pero el empuje de la afición local, junto a nuestras pérdidas de balón y la incapacidad de anotar en esos últimos 3 minutos, propició la remontada de los salesianos, que con dos tiros libres a falta de 3,3 segundos se ponían por delante en el marcador.
Ya en la última jugada para los nuestros la pizarra no funcionó y el último tiro a cara o cruz no quiso entrar.