Partido tosco y complicado para el equipo patrocinado por Villaolivo y Bar Lyper, que terminó finalmente en sufrida victoria, tras una agónica remontada.
El equipo «gazpachero» llegaba con confianza, tras una semana de buenos entrenamientos, aunque con bajas importantes por enfermedad. No obstante, el comienzo del partido no pudo ser peor. Los nervios, la falta de intensidad y el desacierto llevaron a los chicos de Villaolivo a perder el primer cuarto 1-22. Lo más preocupante fue la falta de intensidad defensiva y la poca solidaridad en dichas labores de defensa.
Con el segundo cuarto, quinteto nuevo mediante, llegó un cambio de intensidad, tanto ofensiva como defensiva, que se vio truncado por la lesión del jugador 32 del equipo alhameño, Salva Galindo, la cual no parece ser grave y esperamos su pronta recuperación.
Tras este momento de incertidumbre y lamentando esta lesión, llegamos al descanso 10-26.
En el tercer y último cuarto, comenzaron a salir las cosas bien. Gracias al pundonor e intensidad imprimida por los chicos del equipo local, consiguieron poner las cosas difíciles al ataque visitante, dejándoles en tan sólo 7 puntos en los dos últimos cuartos.
Finalmente, falta de 5 minutos para el final, se consiguió llegar al empate en el marcador, 31-31, culminando una larga y dura remontada. No sería hasta este momento, que los jóvenes amantes de los buenos productos de Villaolivo, se pusieran por primera vez por delante en el marcador, gracias una canasta en transición rápida de Mario.
El buen trabajo defensivo de todos los jugadores que participaron en este cuarto aseguró la victoria final para los alhameños.
Esperamos aprender de esta victoria sufrida, para no cometer los mismos errores en el futuro. Toca seguir trabajando.