Vuelta a la competición para el equipo más pequeño del club tras el parón navideño.
Tras más de un mes de entrenamientos, los alhameños llegaban al encuentro con muchas ganas de demostrar a los asistentes al Adolfo Suárez lo aprendido durante este tiempo.
Aunque el comienzo fue bueno, con rápidas transiciones, pases adelantados y buenas finalizaciones, no se estaba haciendo lo que se practicaba en los entrenamientos.
A partir del tercer cuarto eso cambió, Los Cabezos comenzaron a realizar numerosos cambios entre las piernas y por detrás de la espalda y trenzando varias buenas jugadas que, a menudo acababan en canasta.
Resultado a parte, los benjamines reflejaban en sus caras felicidad y diversión y esto es lo que cuenta en estas edades.
Los Cabezos seguirán entrenando para seguir aprendiendo cada vez más cosas y ponerlas en práctica en el siguiente partido.
Seguimos trabajando.