El joven equipo del club juega en casa el último partido de la ida con Marme, equipo muy guerrero y con ganas de pelear y luchar cada balón dividido y cada rebote. Nuestro equipo aprende rápido y mejora considerablemente, cada partido jugado es un paso más. Aún así, nos falta mucho por entrenar y mucho por pulir, se regalan muchos balones y se erran muchas entradas y tiros fáciles, pero no es sino el inicio de un futuro equipazo. El próximo finde volvemos a jugar con Maristas, el primer partido de la vuelta, pero esta vez en casa. Esta semana se entrenará duro, la línea es la correcta.