Este fin de semana, los lypers se enfrentaban al segundo clasificado de la liga, el Caja Rural de Fuente Álamo. Todo apuntaba a que iba a ser un partido sin mucha historia, pero no fue ni mucho menos así.
Empezaba el primer cuarto con los asaderos haciendo costar caras las canastas en su aro, y dominando el rebote en ambos campos, lo que nos daba muchas más oportunidades de atacar. El Lyper estaba bien, atacando ordenados y ejecutando buenos contraataques, venidos de una gran defensa en estático, lo que nos llevó a acabar el cuarto 18-11. El segundo cuarto fue otra historia, los cajistas pusieron la sexta marcha y nosotros parecíamos un coche que no pasa de quinta, anotaron muchas canastas fáciles, y los alhameños ni reboteaban, que era lo que les había dado la superioridad en el cuarto anterior, ni anotaban con continuidad, lo que propició un resultado al descanso de 26 a 34.
Al finalizar el descanso, los lypers tenían muy claras sus intenciones, la victoria se tenía que quedar en casa. Y esto pasaba por volver a dominar el rebote, plantear una defensa muy seria y poner orden en la ofensiva. Y así fue, llegándose a poner a tan solo 4 puntos por debajo. Pero no fueron capaces de consumar la remontada, llegando al último asalto con un 42-49 en el luminoso y todo por decidir. En este cuarto, los asaderos volvieron a hornear el ambiente del encuentro, colocándose, otra vez, a 4 puntos de diferencia, pero otra vez, no supimos aguantar y culminar lo que hubiera sido un partido de 10.
El resultado no quita el PAR-TI-DA-ZO con mayúsculas que hicieron los jugadores alhameños, muy serios y concentrados y plantándole cara a uno de los líderes de la clasificación, chapó.